Idiots In Love

Summary: Rikuo, Ichigo, Rukia y Tsurara viajan a un lugar lleno de misterios, donde el Shinigami sustituto y el Sandaime del Clan Nura descubrirán sus sentimientos hacia sus “amigas”.
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Abrió con pesadez sus ojos, posó su mano tratando de proteger a sus ojos de los rayos del sol. No sabía porque pero el lugar en el que su cabeza estaba recargada era muy cómodo, algo duro, pero aún así cómodo.

―Oye, esto es estúpido ¿Podrías quitarte? ―Expresó una voz masculina. Rukia aún estaba adormilada, talló su ojo derecho con su mano y bostezó un poco, para luego alzar la mirada y quedar, literalmente, “como piedra”.

―¡¡ I-I-Ichigo!! ―Exclamó la chica totalmente roja y levantándose de su asiento.― ¡¿Qué estás haciendo aquí!?

―Querrás decir: ¿Qué estoy haciendo aquí? ―Le corrigió una chica de larga cabellera negra con una combinación de azul y blanco sobre su cabeza, con dos líneas negras onduladas del lado derecho y grandes ojos azul cielo.

― Te quedaste dormida sobre mí, tienes una cabezota… ―Comentó Kurosaki antes de recibir una fuerte patada de parte de la shinigami. Una gran discusión comenzó entre los dos, mientras Rikuo y Tsurara jugaban cartas, ignorándolos por completo.
El tiempo pasó, el Shinigami sustituto y Rukia terminaron por cansarse de discutir entre si y optaron por sentarse a jugar cartas con los demás.

Al final el juego terminó así:


Ichigo se lanzó sobre su asiento suspirando, Rikuo leía un libro y Tsurara observaba la vista por la ventana del tren, mientras que Rukia dibujaba.

― ¡Esto es tan aburrido~! ―Dijo el peli-naranja, Rikuo le sonrió.

―Falta poco para llegar. ―Le aclaró el Sandaime, le señaló un punto fuera de la ventana. Ichigo se estiró un poco para ver que era y pudo divisar un enorme lago.

― ¿Todo esto es de ese tipo...? ―Preguntó Rukia dejando de lado sus “garabatos extraños” y mirando con sorpresa por la ventana.

―Hiro parece no tener límites ―Pronunció Tsurara con una gran sonrisa en el rostro, Rikuo parecía enojado con el comentario, pues presionó con más fuerza el libro entre sus manos. Rukia y Kurosaki notaron esto y se miraron extrañados.

― ¿Pasa algo, Rikuo? ―Preguntó el peli-naranja, haciendo que Rikuo se ganara una mirada de preocupación de parte de su guardiana y subordinada más fiel. Un ligero sonrojo se asomó por las mejillas del hijo de Rihan.

―No es nada, no es nada ―Dijo moviendo las manos de manera graciosa y sonriendo nerviosamente, Tsurara le sonrió y regresó su vista a la ventana para continuar admirando el paisaje: Es un bosque, donde se ve un lago, el tren pasa justo detrás de él.

Hay árboles altos y frondosos. También la hierba es abundante y verde. Un sitio plano, no tiene ni rocas; al fondo hay mucha niebla, pero, se pueden ver claramente una serie de montañas, y de árboles muy juntos que forman un bosque.
El ambiente no es muy cálido ni muy frio, y solo se escucha aquel ruido del tren pasar de vez en cuando y el canto de las aves.

Es un sitio muy agradable, dónde se puede convivir en familia y esas cosas; el lugar tiene algo en su ambiente que hace que al llegar a él te sientas como en otra “época”, esa era la magia de la zona.

Al bajar del tren, Rukia y Tsurara no pudieron esconder su emoción, aunque seguramente Rikuo le reprocharía a Yuki-Onna, pues no estaban ahí para divertirse; hace unos días Nurarihyon les había mandado en una “misión” a este lugar, supuestamente muy importante para el Clan Nura.
Aunque Rikuo ya sospechaba que era algún “jueguito estúpido” de su abuelo para avergonzarlo o algo así.

Pues el tono como de “niño pequeño” que había usado el gran Nurarihyon era lo que le delataba, pero ¿qué más daba? Si no lo hacía de seguro le molestaría todos los días, y sobre todo no podría robarle su pipa, pues su abuelo correría al patio y le gritaría: ¡¡Así jamás conseguirás una novia, estúpido nieto!! Esa tonta frasecita era nueva.

―Hiro dijo que nos preparó una “cabaña” por el bosque. ―Explicó Rikuo señalando con el dedo índice el interior de aquel bosque de árboles altos y frondosos. Ichigo juraría que ese bosque se parecía al de una película que había visto con Rukia llamada: Harry Potter. (xD)

―Por alguna razón siento que es una trampa… ―Murmuró Tsurara nerviosamente, Rukia le miró y suspiró.

― ¿Y? ¿Vamos? Tengo hambre… ―Los demás asintieron ante lo que Rukia había dicho y comenzaron a caminar. Ichigo al lado de Rukia y Tsurara se adelantó un poco mientras veía con una gran sonrisa el lugar.

Rikuo solo sonreía desde atrás, viendo como parecía que su guardiana era una niña pequeña mientras miraba a su alrededor. Recordó que Ichigo y Rukia se encontraban detrás de él, volteo a verlos y pudo notar como el ambiente entre ellos estaba algo tenso.

Sinceramente, Rikuo no entendía las “relaciones amorosas” de los “adultos”, en el colegio había visto como Ichigo miraba por un laaaargo tiempo a Rukia, o a veces la tocaba “por accidente”.

Vamos, Rikuo apenas tenía 13 años, pero ha escuchado bastantes cosas como para saber que a los bebés no los trae “la cigüeña” puesto que Nurarihyon a veces decía unas cosas que hacían que Rikuo se pusiera rojo como un tomate, sobre todo cuando estaba en presencia de Tsurara. Ella no entendía las indirectas de Nurarihyon, pero Rikuo si que las entendía a la perfección.

Al llegar al lugar donde se hospedarían, no podían creer lo que sus ojos veían. Tsurara pensaba que sería una cabaña pequeña y sencilla, pero sabiendo cómo es su “pretendiente” no tenia que sorprenderse.

Aquella cabaña era de “lujo”, tenía unas 7 habitaciones con baño cada una. La sala y el comedor eran bastante grandes, al igual que la cocina, los muebles eran estilo “ingles” y de gran calidad; en la sala de estar había una chimenea y frente a esta estaban cuatro sillones de piel color chocolate y en medio una pequeña mesa de centro.

― ¡Sabía que ese idiota quería lucirse otra vez! ―Expresó el Rikuo Yokai, mientras que el castaño solo suspiró cansado.

Ichigo miraba con detenimiento cada rincón del lugar, Rukia y Tsurara optaron por i a ver que había en la nevera. Kurosaki dejó su mochila sobre uno de los sillones y antes de dirigirse a la cocina, pudo ver una nota en la mesa de centro.
La tomó con curiosidad y comenzó a leerla:


Y apenas habiendo leído eso, supo a quien se refería.

― ¡Oi, Rikuo! Una carta para ti… ―Llamó el peli-naranja. El aludido se extraño pero aún así tomó la nota y la leyó en voz baja. Ichigo miraba a Rikuo, esperando su reacción.
El castaño arrugó la carta y la lanzó al fuego de la chimenea mientras maldecía por lo bajo.

― ¿Qué? Otra vez con sus amenazas de quitarte a tu “novia” ―Se burló Ichigo, ganándose una mirada fulminante de parte del Heredero del Clan Nura. Ichigo rió un poco mientras se sentaba.― Opino que no deberías molestarte por cosas “infantiles” como esa. Para Tsurara, él es como su hermano. ―Esto lo dice mientras algunos recuerdos de Byakuya y Rukia pasan por su cabeza.

―No es eso... ―Murmuró el oji-marrón entre dientes, Ichigo le miró interrogante y luego tomó la nota.― Nos dejó sin comida, y no hay lugar donde podamos conseguirla, además de que solo hay una habitación para los cuatro… Y creo que una cama matrimonial…

Si ichigo en ese momento estuviera bebiendo algo, de seguro lo escupiría de la impresión.

―¡¡ESE IDIOTA!! ―Gritó el shinigami sustituto a todo pulmón, haciendo que Rikuo le mirara con impresión y que Tsurara y Kuchiki, técnicamente, “volaran” hasta la sala de estar.―¡¡VOY A GOLPEARLO HASTA DEJARLO PEOR QUE UN PERRO ATROPPELLADO, NO ESO NO…!! ¡YO LO CASTRO!

*

En la Casa Principal del Clan Nura:
Los miembros del Hyaki Yakou de Rikuo se reunieron en la sala principal junto con Sawamura Hiro y el “Ex Supremo Comandante”, frente a éste, una mujer de larga cabellera negra y un espectacular vestido rojo vino con dorado.
Kubinashi,Kuro,Ao,Kejoro y Kappa. “Literalmente” les sudaba todo por el ambiente tan “raro” entre Hiro, Yuuko y el Supremo.

― Y, ¿Qué te parece mi plan, Nurarihyon-sama? ―Preguntó Yuuko después de darle un sorbo a su taza de sake. Nurarihyon sonrió maliciosamente y luego dejó la copa que tenía en la mano derecha, y enseguida cruzó sus brazos frente a su pecho. Asintió, Yuuko y Hiro sonrieron al ver la “aprobación” de Nurarihyon.
Un escalofrió recorrió a los demás.

*

Hambrientos, aburridos, leyendo libros sobre matemáticas, jugando con… El aire, y sobre todo… hambrientos.

Eso era lo que pasaba en aquella cabaña. ¿Dónde demonios podrían conseguir algo de comer? Si fuera por ellos, se comerían unos a otros (xD) pero no querían enfermarse del estomago, eso era lo único que los detenía.

―No comprendo nada de este maldito libro… ―Expresó el Rikuo Yokai, mientras que el Rikuo de día leía el libro de matemáticas con una expresión de “miedo”― Es como si… Hablara de mujeres…

―No puedes vivir con ellas y sin ellas ―Contestó el diurno cerrando el libro de golpe, Tsurara –quien jugueteaba con el aire- le miró extrañada al ver que se levantaba.

― ¿Amo? ― Preguntó Tsurara al ver que el castaño se levantaba de su lugar y se dirigía a la cocina.

― Voy por algo de beber ― Entró a la cocina y comenzó a servirse un poco de agua, regresó a la sala de estar y pudo ver como sus compañeros ahora se veían bastante animados jugando con una baraja.

Se sentó al lado de Rukia y observó el juego por largo rato hasta que…
La puerta se abrió estrepitosamente, los cuatro miraron sorprendidos al ver entrar a Nurarihyon, Yuuko y Hiro.
Yuuko comenzó a reír de manera rara.

―Así que tu eres el famoso Nura Rikuo ¿huh? ―Dijo la peli-negra mientras acercaba su rostro “peligrosamente” al de Nura, quien solo asintió nervioso y luego murmuró un “si” Yuuko, pareció sorprenderse un poco y luego volvió a sonreír.― ¡Watanuki! ¿¡Qué estás haciendo aquí fingiendo ser Rikuo!?
Nurarihyon tosió forzadamente

―Él no es tu “criada” esa .Es mi nieto ―Explicó el anciano Nura mientras Hiro soltaba una risita a sus espaldas para luego volver su mirada a Tsurara y sonreir seductoramente, haciendo que se sonrojara; Rikuo inmediatamente se interpuso entre esas “miraditas” y le miró amenazante.

Hiro le ignoró y dirigió su mirada a Rukia, quien veía con curiosidad a Yuuko y a Nurarihyon.

―Jo ~ pero que Shinigami tan linda ―Alagó Hiro, ganándose una mirada “fulminante” de parte de la “fresa” que tenia a un lado, le miró sin interés y repentinamente tomó la mano de Rukia.― Quisiera ser mariposa con alitas de algodón, para entrar en tu pecho y robarte el corazón~

A continuación un silencio incomodo reino en el lugar, y un aura “maligna” rodeo a Ichigo. Yuuko aplaudió al igual que Nurarihyon.

―Ok, perdí. Toma tu dinero ―Yuuko le extendió la mano a Hiro con un fajo de billetes, él chico soltó la mano de la shinigami y tomó el dinero para luego comenzar a contarlo.
Rikuo miró con enojo a Nurarihyon, su abuelo le sonrió pícaramente causando que un hormigueo recorriera la espalda de su nieto.
*
―Entonces... ¿Lo haremos? ―Preguntó Rikuo mirando a sus compañeros que se veían pensativos.

―Vamos, vamos. Serán solo un par de horas ―Dijo Hiro, Rikuo suspiró con enojo y esperó la respuesta de Ichigo, Rukia y Tsurara. La dama de la nieve asintió.
Ichigo suspiró derrotado.

―Está bien, lo haré ―Pronunció rascando su sien algo irritado. Ahora la shinigami era la última en decidir, lo meditó buen rato hasta que se rindió, no tenía otra opción, si Ichogo lo hacía, ella también…Pero, esperen… ¡¿Desde cuándo hacía lo mismo que Ichigo!? Se revolvió un poco el cabello con algo de desesperación, ganándose miradas de extrañeza.

―E-está bien, también lo haré. ― Esto lo dijo inconscientemente. Nunca había notado que, cuando Ichigo participaba en algo, ella también lo hacía sin dudar, no sabía porque pero sentía que debía estar ahí… Con él.

―Con tal de comer, estos “hambreados” lo harán, jé por pobres ―Se burló Hiro en vos alta. Ichigo y Rikuo estuvieron a punto de golpearlo, pero Nurarihyon les detuvo.

―Dejen ya de perder el tiempo y hagan lo que les he mandado ―Ordenó el gran Nurarihyon, con un tono amenazante. El anciano sí que daba miedo cuando exigía algo o estaba molesto. Yuuko les entregó –a cada uno- un papel con un frase extraña.

― ¿ “Tú verdadero amor esta a un lado de ti”? ―Preguntó Rikuo mientras leía la nota, miró a su lado discretamente y vio de reojo a su guardiana, quien leía el papel también con extrañeza. Sintió algo extraño en el pecho y como sus mejillas se tornaban rojas.
Nurarihyon,Yuuko y Sawamura notaron eso y rieron a todo pulmón, inclusive Ichigo y la shinigami rieron un poco.

―Aaah~ ¡El amor, el amor! ¡Qué bonito el amor~! ―Canturreo Yuuko.

*

Más tarde, se dirigieron a un “mini-centro comercial” que estaba completamente solo, obviamente que estaría vacio, ¡nadie estaría ahí a esas horas de la noche!
Yuuko les indicó el lugar donde tenían que ir, un restaurante, entraron silenciosamente. Parecía que querían robar algo; hasta que Kubinashi salió de la cocina del lugar para recibirlos, vestía como un mesero, muy formal. Se veía algo avergonzado de estar vistiendo algo así frente a su amo.

―Bi-bienvenidos al café “Ojos de Gato” ―Les saludó Kubinashi cortésmente, desviando su mirada y un rojo apareció en sus mejillas. Repnetinamente Kejoro le abrazó por detrás, haciendo que su rubor, al sentir el pecho de la yokai sobre su cabeza, se hiciera más notorio.

― ¿Kejoro, Kubinashi? ―Inquirió él sandaime, ya en su forma de noche.
― ¿Los conoces, Rikuo? ―Le preguntó Ichigo señalando a los yokais. Rikuo asintió sin dejar de ver a sus subordinados.

― ¿Qué están haciendo aquí? ―Cuestionó Tsurara, luego entrecerró los ojos algo irritada.― ¿No se supone que tenían mucho trabajo en la Casa Principal?
Antes de que el rubio sin cuello contestara ante la pregunta de Tsurara, un fuerte estruendo se escuchó en la cocina, por lo que los seis corrieron a ver qué había ocurrido. Al abrir la puerta de aquella cocina, Aotabou, Renji, Byakuya, Kurotabou y Fye estaban totalmente cubiertos de algo que parecía ser ¿tofu? No, esperen… ¿crema? No, eso tampoco. Bueno, era una masa blanca imposible de identificar.

―Haah~ Aotabo-san, le dije que no agregara tantas cosas a eso ―Le reprimió Fye con su infaltable sonrisa en los labios. No parecía enojado, más bien se veía feliz. Limpió con un pañuelo su rostro y su cabello mientras que Aotabo era “consolado” por el Shinigami pelirrojo.

Kuro y Byakuya despedían un aura amenazadora, haciendo que los presentes se sobresaltaran y retrocedieran varios pasos.
― ¡Ni-Nii-sama! ―Exclamó Rukia con impresión. Byakuya no le miró, bueno, tampoco es que pudiera hacerlo, pues hasta sus ojos estaban cubiertos por esa cosa blanca. Byakuya tomó un pañuelo y se limpió la cara lentamente.
Y al dejar ya “despejados” sus ojos, miró a todos los presentes. Si sus ojos fueran miles de katanas… Tengan por seguro que ni la mosca que acababa de pasar sobreviviría.

*
Un tiempo después, y sólo por comida. Rikuo, Yuki-Onna, el shigami sustituto y Rukia, fueron “obligados” a cambiarse ropa más formal.

Pero, algo a lo que jamás podrían negarse era a la comida. No sabían cómo ni cuándo es que Aotabou,Kuro y Renji aprendieron algo de cocina, pero en esos momentos de tu vida, donde te comerías al perro de tu vecina, ya no te interesa si lo que tienes en tu plato es un perro o no. Tú solo te concentras en comer, y eso era lo que estos chicos estaban haciendo en ese momento.

Ichigo y Rikuo vestían unas yukatas color azul oscuro con un obi dorado, mientras qué Rukia un furisode azul cielo con detalles de flores de un azul más oscuro y con un obi plateado atado en forma de rosa; Tsurara vestía, igualmente, un furisode, solo que éste era blanco con muchas flores rosas pastel y con un obi del mismo color.
Después de haber acabado con su comida, incluso con las migajas, Shaoran y Kurogane procedieron a retirar sus platos (sin presentarse…que mal educados e.e xD) así que Rikuo y el peli-naranja por fin prestaron atención a los dos chicas frente a ellos, y por una razón, que inclusive ellos desconocían, un gran sonrojo apareció en el rostro de los dos chicos.

Rukia parecía algo incomoda con las miradas de los chicos, por lo que solo movía un pedazo de carne por todo el plato. Ichigo comenzó a hartarse de eso, y Rikuo solo miraba por una ventana que estaba a su lado, mientras Tsurara le veía con un pequeño sonrojo en sus pálidas mejillas.

― ¿Podrías dejar de hacer eso…Enana? ―Y ahí la gota que derramó el vaso. Rukia dejó de hacer lo anterior y miró con gran irritación a Ichigo. Rikuo suspiró y le hizo un ademán a Tsurara para que se levantaran de la mesa, la Yuki-onna asintió para luego “huir” de una posible batalla shinigami.

― ¿HUH? ¿Qué dijiste? No te escuche, Fresita-kun. ―Ichigo golpeo con sus manos la mesa levantándose, a continuación Rukia hizo lo mismo.

― ¡Enana!

― ¡Fresa!

― ¡Enana!

― ¡Fresa!
Desde la cocina Kubinashi y Kejoro veían con curiosidad la escena, mientras que el Shinigami pelirrojo charlaba con Fye, Shaoran,Kuro y Ao.
*
Yoru Rikuo y Yuki-onna caminaron hasta un sendero que se abre paso colina arriba. Mientras suben la escalinata que lleva hasta la cima, Tsurara ha intentado hablarle varias veces a su amo, pero no tiene idea de que decir hasta que él rompe con ese incomodo silencio que se ha formado.

― Ichigo y Rukia siempre están peleando, parecen casados ―Dijo el peli-blanco en tono burlón, solo que sin sonreír como habitualmente lo hacia, solo que Tsurara no había notado eso, pues estaba detrás de él. La joven Yuki-Onna soltó una pequeña risita.

―Fufufu… Esos dos hacen una linda pareja ―comentó la oji-dorada colocando las largas mangas de su furisode en sus labios. Rikuo le miró de reojo y sonrió, para entonces ya habían terminado de subir la escalinata.

Ya en la cima, Tsurara corrió al centro de la colina (la cual era completamente plana hasta ahí) y miró con una gran sonrisa las estrellas que brillaban tal cual una joya preciosa en el oscuro cielo.

Rikuo se acercó a ella sin despegar la mirada carmesí de su subordinada más fiel, guardaespaldas y mujer que amaba. Aunque esto nunca lo había hablado con su forma de día, el sabía que Rikuo diurno también sentía lo mismo por Tsurara. Después de todo, eran el mismo, diferente apariencia, pero la misma esencia… los mismos sentimientos.

Detrás de ellos, se encontraba un gran árbol de cerezo. Sus hojas perecían brillar, gracias a la obscuridad de la noche, mientras que caían lentamente al verde césped.

― Es tan hermoso ―Expresó la Yuki-Onna mientras miraba el cielo aún embelesada por la belleza de las estrellas. El viento sopló chocando ligeramente con su rostro y el de su amo, ella cerró los ojos con tranquilidad. Rikuo asintió sonriendo como de costumbre, aunque en esa sonrisa, había algo más. Un brillo especial que solo aparecía cuando tenía a Tsurara a su lado.

―Lo sé… ―Murmuró sin despegar sus orbes carmesí de Yuki-Onna, y obviamente, él no se refería al cielo ni al árbol de cerezo.

Por razones que ni él conocía, tenía muchas ganas de abrazar a su Yuki-Onna, al subir por la escalinata desistió a esa idea, pero al llegar a la cima, esa idea había vuelto a su cabeza. Así que abrazó por la espalda a la mujer de nieve, quien no tardó en mostrar un fuerte sonrojo en sus mejillas.

― Tsurara… ―Le susurró al oído, haciendo que un hormigueo recorriera la espalda de la joven.

―Ri…kuo-sama… ―Titubeo Tsurara con el corazón casi “saliéndose” de su pecho. Sentir la respiración de su amo, y sus fuertes brazos rodeándola, le hacía sentirse nerviosa pero al mismo tiempo protegida por esos cálidos brazos.

― Muchas gracias… ― Dijo sin más. La peli-negra se sorprendió.― Gracias por estar ahí siempre conmigo… Me has sido de mucha ayuda en todas las batallas, y no solo en eso. En todo, y sé que nunca te he dicho esto, ni yo ni mi forma de día, pero quiero que sepas que, eres la persona más importante para mí.

Tsurara dio un pequeño salto, ¿estaba escuchando bien? ¿De verdad su amo le estaba diciendo esas palabras…?

Sintió como él abrazo se aflojaba un poco, Rikuo le tomó por los hombros y le hizo darse media vuelta. Carmesí y ámbar se cruzaron entre sí, ninguno era capaz de decir palabra alguna, hasta que de improvisto, Rikuo le aprisionó de nuevo, en un fuerte y cálido abrazo, al cual, Tsurara correspondió, posicionando sus manos en el haori azul de su amo.

Y así se quedaron por varios minutos… Sin decir ni una sola palabra, pues tan solo se concentraban en abrazarse el uno al otro, como si su vida dependiese se ello.
*
Ichigo y Rukia ya se habían cansado de discutir una larga media hora, incluso Kubinashi –que estaba consternado al principio de la discusión- se había aburrido, volviendo a sus tareas en la cocina.

Y en esa discusión, Kejoro solo había escuchado las mismas palabras: “Enana” y “Fresita-kun”

― Esos dos terminarán casados y con muchos hijos ―Comentó Fye, procurando ser escuchado por los presentes. Byakuya, el sustituto y la shinigami le miraron amenazantes.

Rukia suspiró con enfado, al mismo tiempo que el peli-naranja.

― ¿Dónde estarán Rikuo y Tsurara? ―Preguntó Rukia mirando por la ventana, alo que Fye respondió:

― Deberían estar “atendiéndose” por ahí (xD) ― Éste comentario hizo sonrojar a más de uno, ya saben, los malpensados no faltan.

Ichigo miraba fijamente a Rukia quien se sonrojo al notar eso. ¿Por qué estos días ichigo había estado mirándola de pies a cabeza?

―U-Uh… ¿Qué- qué me ves? ―Trató de sonar dura, pero los nervios le estaba ganando.

―Nada, solo me dieron ganas de mirarte ―Dijo sin más, haciendo que el color, antes pálido de las mejillas de Rukia, se tornara rojo vivo (xD)― Rukia…¿ Puedo hablar a solas contigo un momento?

Rukia le miró extrañada. Después de unos minutos salieron. Fye y los demás sonrieron, ya habían cumplido con su “mini-misión”

Ichigo miraba fijamente el suelo, pensativo. Recordando el día en que Rukia se fue de su vida por un largo tiempo, dejándolo…Solo

― ¿Qué le pasa a este idiota? ―Se preguntó la pequeña Shinigami. El peli-naranja estaba muy tranquilo… DEMASIADO tranquilo, y eso le incomodaba.
Apretó sus puños, y se armó de valor. Aunque se sentía algo estúpido, pero lo había meditado todo el maldito día. Hoy sería en el que...él… a Rukia…

―Rukia… ―Llamó el Shigami seriamente. A Rukia le pareció escuchar que Ichigo titubeo un poco.― Tengo algo muy importante que decirte…
Rukia se acercó más a él joven de cabellos naranjas. Él levantó la mirada y le vio serenamente.

― Enana… No vuelvas a irte...―Pronunció, recordando cómo era aquel sentimiento de soledad cuando ella se había ido, un sentimiento terrible.― Eres…Muy importante para mí y… ― Se detuvo, Rukia estaba ¿roja? Sí, como un tomate, pero tenía que admitirlo, se veía muy linda. Sonrió, y luego se dio media vuelta rascando su sien.― Nada… Olvidalo…

―¡¡¿EHHHH!!!? ―Gritó la shinigami de pronto. De verdad esperaba que él…― ¡¿Cómo que nada!? ¡Dime que es lo que ibas a decirme, idiota! ¡Se nota que no sabes hablar como alguien normal!
Y ahí van otra vez…

― ¡¿HUH!? ―Una venita se le marcó en la frente, se acercó más a Rukia con enfado.― ¡Tú eres la menos indicada para decirme eso, maldita enana!...― Suspiró con pesadez y luego comenzó a caminar al restaurante de nueva cuenta.
―¡¡Vu-Vuelve aquí!! ―Le ignoró, ella le siguió― ¡¡ICHIGO!!

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Bueeenooo, por fin lo terminé… Les aburrí ¿verdad? Jejeje, lo siento U.U

*silencio*.....*silencio*....*MAS Silencio* *^* AY DIOOOS~~~me encantóooooooooo >W< me enamoré de esta parte:



― ¡Enana!

― ¡Fresa!

― ¡Enana!

― ¡Fresa!

Jajajajajaja, sonó tan...Tan... Ichigo y Rukia xDDD tambiñen esa parte RikuTsura fue *A* me haces amar cada vez más el Ichiruki y el RikuTsu >w<

Amiga, me encanta como narras ¡Debes poner esto en fanfiction! De seguro a Jessy le encantará....

Aunque te matará por hacer que Ichigo no le dijera nada a Rukia XDDD Bueno, me voy

¡Buena suerte!

aww!! So cute! *^*
Me lo guarde para despues seguir leyendolo *0*
Esta super KawaII!!

igual note errores en la escritura y me entretubo un rato xD solo si me parecio ligeramente largo o.o no se tengo la sensacion de que un one shot es mas breve pero bueno igual mi impresion.

me divirtieron muchos momentos jeje las tipicas discusiones no? jeje senti algunas partes "de sobra" pero me agrado bastante :) me parecio lindo sobre todo por la escena de Tsurara y Rikuo >u< jeje aunque me mori de ternura con la confesion a medias de Ichigo xd

mika... me encanto tu fanfic! esta hermoso *-* eres demasiado buena en esto n.n pero tuviste varios fallos ortográficos, pero sabemos que mejorarás poco a poco n.n